Desde hace dos semanas hemos abordado el tema de la Central de Abasto del Distrito Federal en nuestra cabina exponiendo su problemática actual. Dentro de Alteridades Sonoras hemos escuchado las voces de los afectados, permisionarios del mercado de flores y hortalizas de esta gigantesca central. Para un lugar donde se mueve el mayor flujo de dinero sólo por debajo de la Bolsa de Valores resulta inaceptable pensar que se pueda dejar en el abandono y paulatino deterioro las condiciones en que diariamente se venden todos estos productos. Sin embargo parece que los recursos no se están distribuyendo de la mejor manera y muestra de ello ha sido la nula respuesta de las autoridades a los problemas planteados ni siquiera como anécdota sino en una serie de documentos fechados desde agosto del año pasado y dirigidos a las máximas autoridades de la Central de Abasto y del Gobierno de la Ciudad de México. El cobro de peaje, estacionamiento, franeleros, existencia de giros ilegales, manejo de basura, inseguridad desbordada y todo tipo de anomalías no son menores sino alarmantes. Toda gran ciudad en el siglo XXI cuenta con un gran mercado central y con acceso a toda la población ya que por calidad y cantidad es necesario buscar el abasto de todo tipo de consumidores y precisamente un terreno destinado a concentrar estas mercancías debiese tener todas las facilidades para su acceso y flujo comercial. Pero tal parece que esto no ocurre en nuestros días ya de por sí tan aciagos en cuanto a la situación económica. Mientras la sustentabilidad es un tema indispensable de nuestro tiempo parece que compite también con una feroz sed acaparadora de las grandes empresas trasnacionales que buscan dominar el consumo del ciudadano común. Y esta voracidad se suma a la desfachatada actitud de las autoridades al interior de la Central de Abasto que realizan cobros al por mayor y sin ningún tipo de regulación. Esta secuencia de acontecimientos nos lleva a pensar ¿cuál será realmente la intención o la planeación, si es que existe, de este lugar tan relevante para la economía de la ciudad?. En contraste notamos que las "otras" Centrales de Abasto en las periferias de la ciudad y en otros estados muestran evolución y una atención especial a sus necesidades, afuera crecen y adentro se muere nuestra querida Central. Es por esto que seguiremos nuestra cobertura del caso con la participación de los distintos actores involucrados pero también con la indagación de las razones detrás de esta realidad tan compleja. Nosotros como una voz independiente surgida de la sociedad tenemos una propia teoría derivada de estas pláticas: si no se está atendiendo la enfermedad es porque se quiere dejar morir al enfermo. Es decir probablemente resulta más beneficioso para los grandes capitales privados cerrar el mercado de flores y hortalizas reubicando a locatarios en las Centrales periféricas y hacer negocios sexenales con dichos terrenos. Dejamos así la pregunta y respuesta para escuchar más voces, pero sin duda, nos pronunciamos por aclarar las razones e intenciones pues como habitantes de esta ciudad merecemos una mejor Central de Abasto.
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