Apenas
éste es el segundo año en que se celebra el Día Mundial de la Radio. Qué más
decir de este noble y maravilloso medio que nos permite comunicarnos con la
verdadera naturaleza humana, su palabra, su voz. Más cálido que una ventana con
millones de colores, a esta bocina le basta ser escuchada y es tan poderosa que
ni el interés ni el capital han podido frenar su esencia libertaria. Algunos de
los primeros intentos de radiodifundir consistieron en transmitir música a los
barcos o compartir unos viniles desde la torre Eiffel. Era eso un juego, una
nueva aventura de transmitir más allá de la distancia, cruzar el aire y volver
el arte, el pensamiento, la cultura una sólida amalgama que compartimos, que
tenemos en común. Y no es el que tiene el micrófono ni los cables-tripas de
esperpénticos cuerpos de fierro quienes hacen la radio, así como los pioneros,
aficionados y en gran medida locos siempre tuvieron en mente al otro, al que
esperaría con una solitaria varita sorprenderse con su propia cajita mágica. En
Argentina lograron el milagro de transmitir por primera vez en una primera
estación de soñadores, por cierto, llamados los “locos de la azotea”. Por eso,
creemos no estar tan lejos de nuestros ancestros y recordando aquella tarde
veraniega en que echamos a andar nuestro peculiar teatro llamado cabina
púrpura. Qué habría sido de nuestros padres sin las radionovelas, cómo se
habría formado la sustancia de nuestra alma sin la educación ya sea de los
charros cantores, los melenudos británicos, los fresas rockeros, los tríos
boleristas, los radioactivos, los hippies antes de que se domesticarán a
hipsters, nada tendría sentido en este mundo que se derrumba. Y sí, en efecto,
se puede caer el sistema, la red, hasta el Vaticano, pero la telaraña más
fuerte e invisible es la que hemos tendido entre quienes seguiremos en rebeldía y los que continúan esperanzados con escuchar un eco, un
reflejo de sus aspiraciones, sus utopías vueltas realidad en tres minutos y
medio. Si logramos darle la vuelta al vinil y traerlo al siglo XXI, por qué no
pensar que la radio libre está cerca de atravesar los senderos y llegar de
nuevo a su hogar preferido: el corazón.
miércoles
2013
Este año corremos tras la suerte. Para algunos fatídico y para otros generoso, el 13 que nos marca este ciclo ha comenzado a rodar con muchas sorpresas. Durante los siguientes meses tendremos tres nuevas propuestas en nuestra programación. La primera de ellas ya ha sido revelada: Cita con Ángeles, todos los sábados a las 6 de la tarde hay un espacio para los cantautores, roleros, trovadores, poetas, aquellos que con voz y guitarra hacen de su arte una forma de vida. Pronto rodaremos en bicicleta para inaugurar Viva la Bicla con todo lo relacionado a la fascinante cultura alrededor del uso de este medio de transporte. Y si ya escuchamos cantos angelicales, rodamos en ciclopistas sólo nos falta apreciar el arte auténticamente citadino: la arquitectura. En poco tiempo lanzaremos A.D.N. (Arquitectura y Diseño Nacional) un espacio dedicado al mundo de aquello que se transforma de un dibujo o un plano a una realidad concreta que existe para habitarse y deleitar los sentidos. Y por si fuera poco reforzamos nuestra tendencia a la oscuridad y ahora puedes disfrutar nuestra programación en horario nocturno de lunes a jueves a partir de las 6 pm tienes un encuentro con la Música, el Arte, la Cultura, somos Ciudad Radio.mx
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