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¿EL FINAL DEL JUEGO?

Se muere abril, nuestro #AbrilGamer. Y con ello también se van muriendo muchas historias en este año en que reiteramos: se acaba la década. En 2019 se termina el "juego" de Tronos, los Avengers, los Skywalkers, los Big Bang, etc, etc. Así que lo siguiente no es una crítica de cine y televisión, acaso intenta ser una reflexión sobre cómo nos "terminan" de contar todas estas historias. Primero cabe apuntar que hablamos de productos audiovisuales masivos, industriales, influyentes en toda la cultura popular contemporánea. No estamos diciendo que no tengan increíbles valores de producción, calidad en todas las áreas pero erraríamos en tratarlas como Arte en su forma y fondo porque nunca fue su objetivo primario convertirse en obras artísticas. Con esta aclaración podemos entonces empezar a construir la gran pregunta sobre por qué se decide cerrar así estos capítulos (para algunos de sus vidas, literalmente) que abarcan varias décadas y generaciones. Por cierto amable lector/a, puede continuar este texto pues está libre de spoilers. Pensando como creadores de contenido para estos emporios de medios que cuidan sus marcas era importante hacer sus conclusiones este año porque el negocio está cambiando radicalmente y me atrevo a hacer la siguiente afirmación: es el final de las películas taquilleras en el cine convencional, el modelo cambiará así como pasó con los músicos que ahora se miden por reproducciones en streaming y no por discos vendidos. Y si había que cambiar el modus operandi, tenían también que cambiar el qué y el cómo. Nos están diciendo "algo" sobre el heroísmo de nuestros tiempos, uno que está más cerca de la casualidad, de una tendencia, de un efímero momento que de movimientos colectivos complejos. No sólo se pasará la estafeta entre generaciones, también nos están sembrando la idea de que ya se hicieron todas las disrupciones posibles y que el sistema, al final, tal vez no sea tan malo, pues en él pueden convivir tod@s. Y para acentuarlo más también nos siembran la duda: ¿vale la pena alterar el caos, controlarlo?. La respuesta es sí, en pos de la justicia, mas resulta que la afirmación hace válido el camino del "bien" y el del "mal" porque entonces, ambos sólo son dos alternativas, dos formas de ver lo justo. L@s hij@s de los beatniks, los babyboomers heredaron los imperios y sus hij@s, los X, en la disyuntiva de su edad media (me refiero a rondar entre los 40 y 50 años) deciden rendirse al status quo y mejor cumplir la profecía de la casita con jardín, la esposa y los críos. A su vez, en la metáfora medieval del juego de tronos, curiosamente, pasa lo mismo. Lo que creíamos disrupción por una narrativa plagada de sexo y violencia cruda, termina encajando en la corrección política, aunque nos lleva con maestría por la oscuridad (en todos sus significados), también nos lleva al amanecer donde todo es nuevamente terrenal. Se acaba la fantasía para regresarnos al asunto de cómo las realidades políticas tienen que resolver la felicidad colectiva. Y como un pequeño guiño (algunos dirán illuminatti) los héroes sí son estrellas hasta en sus apellidos Stark. Si alguien quería más evidencias de que vivimos en la transición del poder global, este fin de semana tenemos muchas. El poder femenino es inevitable, ha llegado el tiempo para que los millenials se comprometan con algo, yo mismo aún no sé con qué, las minorías requieren de sus héroes locales y los "malos" pueden ser cualquiera que se radicalice y ose contradecir a nuestra bondadosa y científica maquinaria. Y ya como último regalo que nos dejan estos primeros finales está la afirmación de que ya no estamos sólo salvando América, Poniente, la Tierra sino el Universo, es decir, sin saber de dónde viene esa certeza pero parece que algunos notables quasi vengadores lo saben, lo saben.